\\ NUTRICIONISTA
Importancia del desayuno en el rendimiento intelectual ¿Por qué es tan importante realizar un desayuno? El desayuno es una comida importante ya que debe mantener la actividad intelectual y física de la jornada matinal escolar. Es probable que la hipoglucemia condicionada por un desayuno deficiente conduzca a un bajo rendimiento escolar. ¿A qué edad se es más vulnerable al ayuno? Se ha considerado que la función cerebral es vulnerable al estrés metabólico del ayuno en niños como en adultos. Los jóvenes (procesos cognitivos iniciando su maduración) y los ancianos (procesos cognitivos en declive) probablemente serían los más susceptibles al estrés metabólico, y probablemente, podrían ser los más beneficiados por el consumo del desayuno. ¿Qué efecto produce el ayuno en nuestro organismo? A diferencia de otros órganos, los requerimientos de energía del cerebro son satisfechos casi exclusivamente a través de la metabolización aeróbica de la glucosa. La actividad cerebral durante el sueño es poco marcada (lenta). Los mecanismos regulatorios corporales se encargan de asignar un continuo suplemento de “combustible” endógeno (glucosa) para el mantenimiento del metabolismo cerebral. Cuando el ayuno se prolonga con la omisión del desayuno, el descenso gradual de los niveles de insulina y glucosa -¬entre otros cambios metabólicos- puede originar una respuesta de fatiga que interfiera en los diferentes aspectos de la función cognitiva del niño (atención, memoria). ¿Cómo afecta el ayuno a la función cognitiva y al rendimiento escolar? Diferentes estudios experimentales y de campo realizados en diferentes países sugieren que la omisión del desayuno interfiere en la función cognitiva empeorando el rendimiento escolar del niño. Este efecto es más pronunciado en niños con riesgo nutricional. La conclusión más importante obtenida de los diversos estudios es que la función cerebral es sensible, a corto plazo, a las variaciones en la disponibilidad de suplementos de nutrientes. Así en los niños que omiten el desayuno se produciría un estado fisiológico que iría acompañado de cambios en la función cerebral, particularmente en la memoria, se ha observado una disminución en la rapidez y exactitud: a) en los test de memoria auditiva y visual a corto plazo; b) en los test de memoria inmediata y retardada; c) en los test de memoria de reconocimiento y de memoria espacial. En varios estudios se encontró un menor rendimiento en la prueba de discriminación visual de estímulos. La condición de “no desayuno” también se asociaba con un descenso en el rendimiento en los siguientes test: test de fluidez verbal, pruebas de aritmética y test de estímulos visuales continuados, prueba de discriminación de estímulos. El conjunto de hallazgos sugiere que los procesos de atención también son vulnerables al ayuno prolongado. ¿Qué aporta un buen desayuno? El desayuno contribuye a la cantidad y calidad de la ingesta diaria en la dieta de las personas. Particularmente en los niños, el desayuno contribuye al total de energía, proteínas, hidratos de carbono y micronutrientes (vitaminas y minerales) de la ingesta e incrementa la probabilidad de satisfacer los requerimientos de nutrientes. Las características del desayuno (composición, cantidad, horario) pueden inducir a importantes alteraciones metabólicas, tales como cambios en las concentraciones de: a) glucosa e insulina en sangre, b) neurotranmisores cerebrales. La ingesta de calcio juega un papel muy importante en la transmición sináptica, por lo que las ingestas de calcio más altas traerían como resultado mejor transmisión nerviosa, lo que podría traducirse en mejor rendimiento escolar e intelectual. También es posible que el descenso de hierro a nivel cerebral, debido a una ingesta deficiente de hierro, pueda intensificar el estrés asociado al ayuno prolongado. En general existe una concordancia en la literatura existente respecto a que los sujetos que consumen el desayuno tienen una ingesta diaria mayor de vitamina A, B6, B12 y calcio, y unos hábitos alimentarios mejores que aquellos sujetos que lo omiten. Un estudio mostró que los desayunos que no contenían cereales tenían un promedio elevado en el contenido de las calorías, proteínas, grasas, colesterol y sodio. Los desayunos que si incluían cereales tenían menos grasas y un promedio elevado en su contenido de vitaminas y minerales. ¿Hay alguna relación entre la obesidad y el hábito de desayunar? Generalmente al ser el desayuno insuficiente y la comida del mediodía excesiva en todos los grupos de edad, se favorecen con ello la aparición de obesidad en estos sujetos, como consecuencia del aporte de, aproximadamente, la mitad de lo ingerido durante el día en una sola comida, la del mediodía. ¿Qué podemos hacer para que nuestros niños alcancen sus potencialidades y tengan un buen estado de salud? Con la ingesta de un buen desayuno, se podrán afectar positivamente las funciones cognitivas del niño (memoria, capacidad para procesar información), facilitando con ello a los niños un mayor aprendizaje en el tiempo disponible en clase. Su comportamiento (atención, participación) en clase podrá mejorar y su inquietud reducirse, facilitando todo ello el aprendizaje. Un desayuno adecuado (cualitativa y cuantitativamente) es una recomendación oportuna con el fin de asegurar un nivel de atención óptimo dentro de las potencialidades de cada individuo. Si pensamos que los modelos de alimentación adquiridos a una edad temprana serán, probablemente, los que persistirán en la edad adulta, la promoción del consumo del desayuno y un esfuerzo en modificar la composición del mismo, podría tener un efecto importante sobre la ingesta de nutrientes de los niños, dándose así un paso importante hacia el logro de los objetivos de una población saludable. Recomendaciones para realizar un buen desayuno • Conviene que el niño se levante con tiempo y dedique los primeros minutos a las actividades de aseo y cuidado personal antes, para así generar sensación de hambre.
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